Mediante las escalas de valoración, cada docente emite una nota en función de la conducta del alumnado ante una de sus actuaciones.
Ejemplos de cómo podemos evaluar el grado:
Estimativa: mucho, bastante, poco, nada.
Frecuencia: siempre, muy frecuentemente, a menudo, rara vez, nunca.
Intensidad: muy fuerte, fuerte, débil, muy débil.
Calificación: sobresaliente, notable, bien, suficiente, insuficiente.
Calidad: excelente, muy bueno, bueno, regular, insuficiente; en otro orden: muy bien, bien, suficiente, insuficiente.
Numeración: del 1 al 5 [nunca, muy pocas veces, algunas veces, casi siempre, siempre].
Puntualidad: siempre a tiempo, con frecuencia a tiempo, algunas veces a tiempo, rara vez a tiempo, nunca a tiempo.
Pauta: Sí, No, A veces, No observado.
Aquí entrarían ya los aspectos a evaluar o características como: motivación, dominio de un tema, organización de mateirales, distribución del tiempo, precisión en las respuestas, capacidad de asociación, profundidad en la exposición, terminología técnica, trabajo en orden, interpretación de resultados, uso de fórmulas, uso de recursos, expresión oral, expresión escrita… y tantos otros como quisiéramos valorar.
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